Laboratorio de Polímeros de la BUAP
Sinopsis
El procedimiento, dado a conocer en 2002, fue tan novedoso que la autoridad de propiedad industrial estadounidense llamó a su método la “reacción Percino-Chapela”, en reconocimiento al trabajo desarrollado por ambos científicos.

Fuente Agencia Informativa CONACyT, Dalia Patiño

La doctora Judith Percino Zacarías es una de las fundadoras del Laboratorio de Polímeros del Centro de Química del Instituto de Ciencias de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), y su trabajo, en colaboración con el doctor Víctor Manuel Chapela Castañares (q. e. p. d.), ha sido tan destacado que le ha valido una patente otorgada no solo en México sino en otros países como Europa y Estados Unidos por el desarrollo del proceso para obtención de dímeros, trímeros y hasta polímeros de compuestos derivados de piridinmetanol.

El procedimiento, dado a conocer en 2002, fue tan novedoso que la autoridad de propiedad industrial estadounidense llamó a su método la “reacción Percino-Chapela”, en reconocimiento al trabajo desarrollado por ambos científicos.


En 1992, la doctora Judith Percino Zacarías, junto con el doctor Víctor Manuel Chapela, fundó el Laboratorio de Polímeros del Centro de Química del Instituto de Ciencias de la BUAP. Al respecto, la doctora Percino comenta en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt que el Cuerpo Académico de Polímeros se constituye desde el año 1996 y ya consolidado cumple también la función de formar cuerpos académicos, partiendo del hecho de que una de sus características es la colaboración, la cual considera una de las fortalezas principales del CAC de Polímeros.


“Los miembros que conforman el grupo están comprometidos con la colaboración académica, misma que se refleja en el trabajo colegiado, siendo este uno de los objetivos del CAC de Polímeros para contribuir en el desarrollo científico e innovación de calidad de la BUAP, así como la formación de recursos humanos de alto nivel”.

Desde su creación, el Cuerpo Académico de Polímeros fue reconocido con el grado de consolidado, ya que sus fundadores pertenecían al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), además de ser perfil Promep-SEP.

El éxito del trabajo que se desarrolla en este laboratorio, destaca la doctora Percino, es porque también se ha nutrido con las contribuciones y apoyos de posdoctorados, repatriaciones y cátedras de jóvenes investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), conformando hasta ahora un grupo multidisciplinario que da riqueza y proyección al trabajo realizado.

Nuevo campus, nuevo laboratorio

Como parte de los recientes proyectos del Laboratorio de Polímeros, se encuentra un nuevo espacio en el campus Valsequillo, donde se espera hacer investigación con proyección internacional.

“La nueva unidad se llama Polímeros y Electrónica Orgánica y aunque también se trabaja en Ciudad Universitaria, aquí habrá un nuevo grupo con tres líneas de investigación: síntesis de alto o bajo peso molecular; cálculos teóricos experimentales para la relación propiedad estructura, que es la segunda línea; y la tercera que son las aplicaciones de todos estos materiales”.


La doctora Percino explicó que este laboratorio, equipado gracias a la Convocatoria de Apoyo al Fortalecimiento y Desarrollo de la Infraestructura Científica y Tecnológica del Conacyt, replica el diseño de línea de producción industrial. 


“El trabajo en equipo nos coloca en el camino del patentamiento, con dos nuevos proyectos orientados hacia la optoelectrónica desde el campo de los polímeros y con otros proyectos que nos darán mayor impulso a nivel nacional e internacional, esa es la idea”.


La científica añadió que el laboratorio cuenta, además, con espacios amplios y diseñados a partir de las necesidades que su cuerpo académico expresó, contando con un área de cómputo donde los estudiantes a través de programas de computación pueden sintetizar compuestos fluorescentes, por ejemplo.


“Es importante que los estudiantes se vayan relacionando con nuevas herramientas, en este caso las computacionales. Para eso tuvimos que echar mano de las personas expertas del Laboratorio de Súper Cómputo y abrimos un curso piloto para que los jóvenes de licenciatura utilicen estas herramientas. Normalmente las aprenden hasta el doctorado, pero la idea es proporcionar desde la licenciatura el acceso a estos mecanismos de trabajo”.


Por último, respecto a los proyectos con los que trabajan, la doctora Percino refirió que al pertenecer al Centro de Química, colaboran con diferentes investigadores para crear otros proyectos. “Para la caracterización, en este caso tenemos los bioemisores de luz. Por ejemplo, los leds son emisores de luz blanca inorgánicos. Ahorita el boom es estudiar emisores de luz pero orgánicos. Entonces nosotros sintetizamos materiales y la aplicación es probar si funcionan o no, ese es uno de los proyectos con los que estamos trabajando ahora”.