Estrena la UNAM Microscopio Electrónico de Transmisión
Fuente Gaceta Digital UNAM, Patricia López
Por este microscopio pueden pasar células o metales, cerámicas o dientes, huesos o polímeros. Identifica aleaciones de varios componentes y detalla cómo pasan de la superficie al interior.
El desafío para los usuarios científicos es la imaginación. De todos los materiales se visualiza con asombrosa precisión su estructura, la alineación de sus átomos y su geometría, parecida con frecuencia a una obra de arte.
“Son las formas artísticas de la naturaleza”, afirmó el físico José Gonzalo González Reyes, investigador del Instituto de Investigaciones en Materiales y coordinador en esa entidad universitaria del Laboratorio Universitario de Microscopía Electrónica (LUME), uno de los tres equipos únicos del país que hacen caracterización estructural a nivel micro y nanométrico.
Con este equipo, el LUME está en la vanguardia en infraestructura para investigación científica, a la altura de tecnologías de instituciones de naciones desarrolladas, dijo González Reyes.
Tres equipos
El LUME dispone desde 2011 de un microscopio electrónico de barrido (SEM, por sus siglas en inglés) y de una unidad de micro-maquinado por haz de iones (FIB), y en diciembre pasado estrenó su microscopio electrónico de transmisión de alta resolución (HRTEM) que le permite estudiar y visualizar materiales a una escala atómica.
El SEM ve la superficie de manera muy clara, puede hacer análisis químicos y saber qué zonas del material tienen determinado elemento químico y en dónde se ubica. “Hace mapeo o calcula composiciones puntuales y se van formando imágenes línea por línea como en una televisión antigua. Es un haz de electrones que va barriendo la muestra”, detalló González Reyes.
En este microscopio los expertos de la UNAM han analizado y visualizado materiales cerámicos, nanotubos de óxido de cobre, alúmina nanoporosa, óxido de vanadio, películas delgadas, polímeros, material biológico (bacterias H. Pylori) y cuerpos metálicos como aceros.
La unidad de micro-maquinado es asistida por un haz de iones focalizado y sirve para preparar las muestras, unas laminillas muy delgadas, a escala micrométrica.
“Aquí las preparamos para después ser observadas en el microscopio de transmisión (el nuevo)”, señaló. La muestra tarda en elaborarse de cuatro a cinco horas y queda suficientemente delgada para ser observada. Hay ciertos materiales complicados de prepararse, como el vidrio y los tejidos orgánicos, como células, a los que debe retirarse grasa y humedad.
El microscopio electrónico de transmisión de alta resolución, de tecnología japonesa, es la más reciente adquisición y sirvió para actualizar el LUME. “Con éste podemos hacer análisis químicos de manera muy puntual, ver nanopartículas, interfases, crecimiento de partículas cuando son muy pequeñas, de apenas uno o dos capas atómicas, cuando ya se empieza a tener algún tipo de contraste”, explicó González Reyes, coordinador del LUME e integrante del Comité de Microscopía Electrónica.
En este laboratorio, que pone a la UNAM en la vanguardia en microscopía de alta resolución, el experto trabaja con los técnicos académicos Omar Novelo Peralta, Josué Ibarra Romero y Carlos Flores Morales.
Para la creación del LUME se contó con el apoyo de las siguientes entidades: Coordinación de la Investigación Científica, Posgrado en Ciencia e Ingeniería en Materiales, Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico, Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada, Instituto de Ingeniería y Facultad de Química, así como el apoyo individual de algunos investigadores interesados en el proyecto.