Maestría en Ingeniería Industrial USC ofreció clase en Salas Virtuales RUAV
Sinopsis
La herramienta se empleó como plan de contingencia ante problemas de movilidad.

Fuente comunicación RAUV

La actualidad nacional e internacional suele tener influencia en las actividades académicas y laborales de muchas personas, convirtiéndose en tema de debate dentro de las aulas de clase o en factores que deben ser tenidos en cuenta, para cumplir con una función en específico.
 
Puede generar la necesidad de cambiar métodos e involucrar recursos tecnológicos, en especial cuando se trata de brindar acceso a la información y al conocimiento, sin límites de tiempo o de localización.
 
Con el Paro Agrario, que inició en Colombia el 30 de mayo de 2016, directivos de la maestría en Ingeniería Industrial de la Universidad Santiago de Cali debieron establecer alternativas, para que sus estudiantes provenientes de otras regiones participaran de la clase, sin tener que trasladarse hasta la sede principal de la institución.
 
“Los estudiantes de Popayán y Pasto me manifestaron que tendrían inconvenientes para desplazarse. Inmediatamente, se me vino a la cabeza usar las Salas Virtuales RUAV, que conocí en una charla que nos dieron, por lo que inicié la gestión”, expresó Claudia Cecilia Peña, directora de la maestría en Ingeniería Industrial de la USC.
 
Aunque esta no era la primera experiencia del programa académico con las salas, que habían sido utilizadas en un módulo anterior, sí sería la primera vez desde un salón de clase, en el que la profesora Ileana Pérez presentaría el módulo de Simulación de Operaciones, a estudiantes en el aula y en la Sala Virtual.
 
Para hacerlo, se cumplió con todo el protocolo interno, de la mano del equipo de Gestión Tecnológica de la universidad, que garantizó la conexión y acompañó varias pruebas previas a las sesiones definitivas.
 
El viernes 10 y el sábado 11 de junio de 2016 se llevaron a cabo las clases, en las que participaron 20 estudiantes de forma presencial y tres a través de una Sala Virtual RUAV, desde sus ciudades de origen.
 
“Todo funcionó muy bien. La profesora compartió la pantalla con las diapositivas, los estudiantes interactuaron, resolvieron sus dudas y agradecieron la flexibilidad del programa”, dijo la directora.
 
En esta experiencia no hubo cámara, ya que no era un elemento indispensable, pero sí se contó con un buen sistema de audio y micrófono, que facilitó la comunicación entre los participantes. Fue una clase dinámica, que permitió la inclusión de todos los interesados.
 
Para la docente Pérez esta fue una vivencia positiva y enriquecedora, por lo que afirmó estar dispuesta a repetirla en futuras ocasiones. Los estudiantes tuvieron opiniones similares.
 
“Me pareció que la clase estuvo genial. Este es un muy buen plan de contingencia para situaciones como la que nos impidió desplazarnos hasta la universidad”, explicó el estudiante Juan Manuel Segura.
 
El próximo semestre, la maestría iniciará sus tutorías para proyecto grado, con varios tutores externos, por lo que consideran esta como una buena oportunidad para volver a emplear las Salas.
 
“Esta es una herramienta que debemos seguir implementando. Su uso es muy sencillo, me pareció fácil la reserva, y creo que a medida que las usemos estaremos más capacitados”, puntualizó Peña.