El mundo ciertamente
tiende hacia la globalización, ya no sólo
en el aspecto económico sino en prácticamente
todas las actividades de la vida diaria. Las tecnologías
de información y particularmente la Internet
permiten a una persona lograr impactos de múltiples
naturalezas, en lugares al otro lado del planeta, haciendo
casi imposible su captura e
incluso identificación en caso de que esos impactos
causen daños o perjuicios. Claro que no todo
se trata de delitos, pueden causarse efectos benignos
también, es el caso pro ejemplo del comercio
electrónico, pero ¿cómo se resuelven
los conflictos, en caso de presentarse, cuando la nacionalidad
de las partes involucradas es diferente, así
como su domicilio y los actos tienen lugar, prácticamente
en el “ciberespacio”?.