Dr. Augusto
Rojas-Martínez y cols. Universidad Autónoma
de Nuevo León y University of Texas Health Science
Center at San Antonio. Correo electrónico: arojas@fm.uanl.mx.
Las estadísticas
de la última década del siglo XX sobre
cáncer en los E.E.U.U. reflejan una disminución
en la mortalidad por cáncer de próstata
y un incremento en el diagnóstico de la enfermedad
en estadios tempranos. Estas tendencias favorables son
secundarias a la introducción del antígeno
específico de la próstata (APE) a finales
de los ochentas como herramienta para la detección
de cáncer de próstata e implican que se
proporcionó una ventaja a la población.
Sin embargo, los tamizajes a gran escala inevitablemente
han mostrado resultados poco deseables como el "sobre-diagnóstico"
de la enfermedad o las fallas en el diagnóstico
de casos de enfermedad agresiva (carencia de la sensibilidad).
Por ejemplo, en la mayoría de los varones con
un APE anormal la biopsia no demuestra histopatología
propia de cáncer (carencia de especificidad),
por lo que un buen número de varones "falsos
positivos" experimentarán una biopsia innecesaria
y la ansiedad asociada. Por otro lado, se ha documentado
que el APE no está elevado en un número
significativo de varones con tumores agresivos pequeños
(falsos negativos). En conclusión, aunque se
reconoce que el APE todavía es el mejor marcador
disponible para la detección del cáncer
de próstata, aun queda terreno para investigar
métodos de detección más precisos
para este tipo de cáncer. En nuestro país
no existe una clara conciencia sobre el riesgo de cáncer
de próstata en los varones mexicanos y los varones
de la tercera edad suelen no atender los servicios médicos
para la detección precoz del cáncer. Es
probable que esta falta de conciencia y la carencia
de tamizajes poblacionales sean responsables de la alta
tasa de mortalidad por cáncer de la próstata
en el estado de Nuevo León (16.0/100.000 varones
en el año 2000), la segunda causa de la muerte
global en los varones >60 años.
Considerando
los antecedentes mencionados, el objetivo de este proyecto
es identificar, caracterizar, y validar uno o más
biomarcadores para cáncer de próstata
que tengan sensibilidades y especificidades muy altas
y anticipamos que éstas alcanzarán sus
valores óptimos mediante un análisis combinado
de varios marcadores. Nosotros proponemos realizar estos
estudios con tecnologías modernas como los ensayos
de “Proteómica” y de “Polimorfismos
de nucleótido simple” o SNPs (en inglés).
Las proteínas y los marcadores genéticos
para estos ensayos están siendo obtenidos a partir
del suero, células sanguíneas y del tejido
prostático de sujetos voluntarios de las comunidades
de Monterrey y San Antonio que acuden a las campañas
de detección temprana de cáncer de próstata.
Estamos construyendo un banco conjunto con las muestras
biológicas y sus correspondientes datos demográficos
y clínicos. Los marcadores promisorios serán
estratificados como indicativos de pobre o buen pronóstico
y también se buscará estratificar el riesgo
de cada sujeto para cáncer de próstata,
con el objeto de determinar la frecuencia de tamizajes
para cada individuo. Nosotros esperamos que la identificación
de marcadores y de métodos para estratificar
el riesgo beneficie enormemente a la comunidad de Nuevo
León.