Investigadores
desarrollan campus virtual en la UdeG
05/07/2004
Universia.net
Muchos académicos
entienden por aula virtual un espacio físico equipado con
tecnología como video interactivo, computadora con servicio
de internet y televisión. Sin embargo, el término
correcto sería aula inteligente, afirmó José
Tomás Herrera Sandoval, jefe del Departamento de Sistemas
de Información, del cual depende dicho centro de investigación.
Una de las estrategias
que pudieran poner en práctica quienes diseñan un
aula virtual es que el alumno, cuando se conecte por medio de su
computadora, sienta que está en un salón de clases,
rodeado por compañeros que tal vez serán de otras
partes del estado o el mundo, efecto que podrían alcanzar
quizá con unos lentes especiales.
Buscan que el campus virtual
tenga agentes inteligentes, para que al ingresar el alumno al aula
virtual, pueda ser identificado, mecanismo que también permitiría
detectar su velocidad de aprendizaje y el número de ocasiones
que se conecta. Incluso tratarán de que también quede
plasmado su perfil psicológico, para ofrecer la información
que necesite el estudiante.
Otra de sus metas consiste
en que la educación sea divertida, en que el alumno, a semejanza
del niño que gusta de los juegos de video, concentre toda
su atención en el objeto de aprendizaje.
En los actuales cursos
en línea, los jóvenes reciben indicaciones sobre determinadas
tareas que deben realizar, como lecturas y resúmenes. "Les
llamo rotafolios electrónicos, pero con ese sistema el muchacho
rápidamente puede abandonar el curso. De hecho, uno de los
'cocos' de la educación a distancia es la deserción".
La meta de la educación
virtual, a diferencia de lo que entendemos por educación
en línea, es explorar una determinada área de conocimiento.
Eso implica que los diseños del aprendizaje no sean los tradicionales.
La educación debe
incentivar la investigación. El alumno solo tiene que recibir
pistas de las actividades a realizar en un ambiente virtual. El
problema consiste en que no está acostumbrado a gestionar
su conocimiento.
La línea de investigación
en torno a la creación de un campus virtual inició
en 2000. Actualmente participan ocho investigadores, quienes hacen
todo lo posible para tener los primeros resultados en 2005.
|